¿Como se relaciona IoT y Big data?

El IoT son los sentidos, el big data es el combustible, y la inteligencia artificial es el cerebro para hacer realidad el futuro de un mundo inteligente y conectado.

El IoT consiste en dispositivos, datos y conectividad. El verdadero valor de la Internet de las Cosas es la creación de productos más inteligentes, la entrega de información para ser interpretada. A medida que millones de dispositivos se conectan, el Internet de las Cosas desencadenará un flujo masivo de datos. El desafío clave es visualizar y descubrir las interpretaciones de varios tipos de datos (estructurados, no estructurados, imágenes, contextuales, offline, en tiempo real) y en el contexto de sus aplicaciones. La aplicación de inteligencia artificial a la interpretación del big data es la clave para conseguir dispositivos más inteligentes y un mundo conectado.

El objetivo final es aprovechar los datos procedentes de los sensores y otra información contextual para descubrir patrones y correlaciones en tiempo real para impactar positivamente en los negocios. Las tecnologías existentes de Big Data necesitan ser desarrolladas para almacenar, manejar y extraer valor de forma efectiva de los flujos continuos de datos de los sensores. Por ejemplo, se estima que los coches conectados enviarán más de 20 gigabytes de datos a la nube cada hora. El mayor desafío será dar sentido a estos datos, identificando los datos que pueden ser consumidos y usados rápidamente para desarrollar eventos accionables.

El uso de tecnologías de Inteligencia Artificial como el deep learning será un diferenciador clave para derivar rápidamente conocimientos de flujos masivos de datos. La inteligencia de interpretación de los datos se está trasladando progresivamente de los data centers centralizados al punto en el que se generan para la toma de decisiones en tiempo real, por ejemplo, detectando patrones de cultivo en plantas agrícolas usando drones en lugares remotos, detectando actividades sospechosas en cajeros automáticos o prediciendo el comportamiento del conductor para un coche conectado.

En resumen el IoT son los sentidos, el big data es el combustible, y la inteligencia artificial es el cerebro para hacer realidad el futuro de un mundo inteligente y conectado.